lunes, 27 de octubre de 2008

UNA VIDA DE AMNISTIA


Hay un signo escondido, se crea una historia diferente, hay rastros sin sentido, porque una ciudad se ha perdido, rostros de tristeza y alegrí­a, nervios, que les deparará su destino, serán esclavos o seguirán teniendo las libertades obtenidas, no volverán a casa a ver a sus familias, ha habido un mérito por parte de ellos, pero para él es simplemente un paso más, no son dignos de pertenecer a su estirpe.
Y como muestra de su maldad les espera un castigo, los encierra en una cárcel, criminal, no le importa ser un asesino, no le importa la vida de los demás, toma un látigo y con él, a sus cuerpos marca horriblemente y los ve llorar, les agradece pero teme a sus miedos, pues aún está a tiempo para poder escapar.
Tratando de huir, es perseguido por su amenazante conciencia, de pronto encuentra la salida más fácil para llegar hacia mi, eso esta bien, ya no tendrás más problemas ni hablaremos de otros temas, te veré sonreí­r y romperé tus cadenas. Todo lo que hago no merece la razón, todo está controlado, porque muchas cosas han cambiado.
Me ha destruido aunque no quiera, se ha llenado de rencor, lo siento tan extraño; estaba dispuesto a ayudarlo.
De pronto, vuelvo en sí­, y me veo ahí­ rodeado de fuego y a mi lado, cuerpos calcinados, te veo frente a mi, no se que haces ahí­, disfrutas mucho verme así­, pero porque soy el íºnico sobreviviente a tu castigo si ya no puedo más.
No se de donde me quedan fuerzas para continuar si lo único que puedo esperar es la muerte, algo que conozco muy bien y que me ha hecho llegar mucho más allá de lo que haya podido imaginar.


Atemorizante empieza a retroceder, se estremece, ya no aguanta más, empieza a desvanecerse y corro para sostenerlo mas no puedo mi alma no me dejará. Y el va cayendo, va desapareciendo.
Logro salir ileso y camino pensativo, haciendo preguntas y respondiéndome a mi mismo, todo está oscuro parece como si me hubiera perdido, no se donde estoy, no se que camino tomar.
El pensaba dominarme, como lo habí­a hecho con otros anteriormente, un sufrimiento fingido fue la trampa perfecta para hacerlo caer, nunca imaginó cruzarse en su camino con alguien que tení­a una vida de amnistí­a.

No hay comentarios: