No está mal, nada
mal.
Un día sentado en
la barra del bar intentaba ver las estrellas al azar.
El ruido en mi
cabeza cada vez era fatal.
Tuve una idea
absurda y lentamente me acerqué a la pista y grité:
“Bueno DJ deme una
canción para empezar”
El hombre de las
estrellas se pone a bailar y no deja de bailar;
el hombre de las
estrellas mira al cielo y comienza a llorar.
Todos sonríen, se
emocionan y aplauden mucho más.
Nadie se oculta,
todos lo rodean; nadie lo detiene, el bar se llena más.
¡Que bien lo hace!, empiezan
a comentar;
las ventanas del bar dejan
pasar la luz y la luz, lo ilumina a él…
al hombre de las
estrellas,
la música suena
más alto, todos gritan y bailan junto a él.
El hombre de las
estrellas mira al cielo, sonríe y es feliz;
el hombre de las
estrellas no deja de bailar.
En su intento se hace
fuerte, y sigue una y otra vez más.
Todos
probablemente nos volveremos locos por decir la verdad,
y este loco es
adorable, es el hombre de las estrellas,
nadie sabe mi nombre
y prefiero imaginar que así terminará,
es tan emocionante
ver las estrellas sin que nadie me conozca,
pero es aún más
agradable terminar la última noche de tu vida, rodeado de felicidad.