jueves, 14 de marzo de 2019

LA ÚLTIMA PROMESA



"Hablaré de frente por última vez; así resulte extraño me iré y no volveré. Mentirte es pecar, así me oculte en lo más profundo de tus pesadillas. No quiero lastimar tu corazón una vez más. 

Sé que te he hecho sufrir a cada momento, lo siento. No sabes cuanto me arrepiento en secreto. De ti me alejo para siempre de un destino común adverso, lo prometo.

En un mundo confuso, donde desorientar el rumbo de una vida sencilla se vuelve peligroso, la posibilidad de fallar aparece como un recurso inesperado de resistencia. Sin embargo, el conocerte día a día y vivir de la emoción de perderme en cada vacío de tu interior, significaba rebelarme contra una fuerza o poder superior. 

Se que no comprendí tus sentimientos, lo siento. Tal vez me imagines como un ser perverso y que da miedo, es tu derecho. Y si tuviera que cambiar todo el plan desde un principio, lo haría. Lo prometo. 

Encontrarnos nuevamente se convierte en deseo. Acabar en un mundo sin final es todo un misterio. Volver a mi origen prendido de cada recuerdo y hacerlo eterno, tal vez sólo sea en sueños. 

Esperaré por ti y aunque me duela verte en el infierno, sabré que de mi error habré aprendido su efecto. Ahora sólo estoy pensando en hacer lo correcto, no te abandonaré jamás. Lo prometo."



(Elena fue encontrada sin vida dentro de su habitación. Lo que vio su padre fue completamente desgarrador, totalmente ensangrentada sobre su cama y una carta de despedida manchada de sangre acogía su triste final) 


jueves, 21 de febrero de 2019

DÉJANOS SANGRAR

Y de nuevo esta cruz es mi estigma eterna; las palabras de un rey que ponen fin a su reino. 

La historia contará que vino del infierno y entre pocos recuerdos dirá que están ciegos. 

Y aunque quiera ocultar la verdad que se da por hecho, acudirá todo aquel que quiera saberlo. Aunque sólo seas tú, solamente tú.

Creencia vudú o una falsa sonrisa, amistad de alquiler que me obliga a la huida. Creencia vudú o sangre en la arena, me ataca la luz y descubre carencias.

Los villanos son cada día más perversos, empezando a callar a quien no cumpla las reglas. Mi cabeza se enfrenta a ideas complejas y entre ruinas no importa tener vida perfecta. 

Y en el temor de errar; te pido - déjanos sangrar -. Aunque si fuera tú, me aplastarías en el suelo. 

Creencia vudú o perjuicio y malicia; tu fuego en mi piel, me llena de caricias. Creencia vudú o la fuerza de un amor que irrumpe y cubre la luz que aflige mi tristeza.

Y empiezo a imaginar que te siento en esa luz. Eras tú, solamente tú. 







jueves, 31 de enero de 2019

LA PANDILLA SALVAJE (I)




Técnicamente no es seguro seguir, sin luz. Caras pálidas y tristezas diarias son reales como la esclavitud. Muchos prefieren callar, pocos exploran ideas nuevas, la indiferencia juega de forma desleal.

Si no es bueno para ti, no es bueno para mí. No parece suficiente; no hay nada, nada bueno aquí.

Ahora dices que sientes poco, cada mañana. Si no resulta extraño te verás tropezando y reflejado en supersticiones olvidadas debajo de la cama.  Las veo romperse  y dejándote fuera de lugar.

Si no es bueno para ti, no es bueno para mí. La pandilla salvaje ha llegado por fin.

Recuerdo que de niño, imaginarme en el futuro era un sueño eterno, pues este ya tenía dueño original.

Toda la vida intentando romper esquemas y el mundo diciéndote que te equivocarás, aunque sólo unos cuantos creían en la libertad y en la felicidad; una oferta de vida y una promesa consciente. Si no es bueno para ti, no es bueno para mí. La pandilla salvaje no tiene final.

jueves, 24 de enero de 2019

EL COLOR DE LA VIDA




No es igual hablar de joven que hacerlo siendo viejo; cada vez hay menos gente alrededor. 
No es igual desear una vida llena de aventuras, que vivir sólo y sin ninguna emoción.

¿Quién colorea la vida hoy? Cada día, cada sueño.
El cielo hoy ya no brilla, pues la sirena que nos cautivó, el mar se la llevó.

Llegó el momento más crudo en el que el tiempo carga sus armas contra el futuro.
Mi corazón, palpita cada vez más lento, tal vez sea el último suspiro.

¿Quién colorea la vida hoy? Cada día, cada sueño.
Puedo oír al ejército de ángeles tocar una serenata celestial.

Claro que es una delicia verte aquí de nuevo, te abrazo con la fuerza que eleva el amor.
El cielo resplandece, la sirena que me cautivó hoy me lleva consigo.

jueves, 10 de enero de 2019

AMÉN (Sin razón)


Los amigos que hoy no están expresan en cartas sus muestras de cariño y amor, los ladrones con algo de voluntad demuestran que robar es algo no tan dañino; y cuando las caricias no son suficientes la lluvia se presenta como el testigo de un triste final.

Justo cuando es suficiente, una gota más de agua rebalsa el vaso. Justo cuando es suficiente, más ideas retorcidas acaban con un mar de estrellas plateadas. Y no sé como probar más teorías absurdas.

Aprendía a ser feliz; sin embargo, en el camino empezaba a perder la razón sin ninguna explicación.
Aprendía a comprender a los demás; sin embargo, en el camino empezaba a perder la razón sin padecer ni un segundo.

No siempre una confesión, merece un buen perdón.

Lo siento, borren mi pasado por no entenderlo y las cicatrices que perduren como marcas del destino.
Lo siento, mi cabeza está imaginando cosas raras otra vez y mi mente, convierte en sueños los pensamientos malos.

Por favor aten ya mis sentimientos y secuestren a Dios, pues perdí tantos triunfos y no quiero perder la razón.

Déjenme caminar desnudo en la luna en vez de usar un traje espacial.
Déjenme nadar en la Antártida en vez de cazar elefantes en la sabana.
Déjenme cuidar al amor en vez de declararle la guerra a otros mundos.

No estamos solos, han llegado nuevos aliados y todos son grandes pívots.
No entiendo porque para una mujer valen más unos kilos perdidos que fortuna en quilates de oro.  
No estamos solos, ha empezado la gran rebelión mientras el tiempo se deshace de la compasión.

Tengo un corazón roto; aprendía a ser feliz, pero perdí la razón.

jueves, 20 de diciembre de 2018

EL HOMBRE DE LAS ESTRELLAS




No está mal, nada mal.

Un día sentado en la barra del bar intentaba ver las estrellas al azar.
El ruido en mi cabeza cada vez era fatal.
Tuve una idea absurda y lentamente me acerqué a la pista y grité:  
“Bueno DJ deme una canción para empezar”

El hombre de las estrellas se pone a bailar y no deja de bailar;  
el hombre de las estrellas mira al cielo y comienza a llorar.
Todos sonríen, se emocionan y aplauden mucho más.

Nadie se oculta, todos lo rodean; nadie lo detiene, el bar se llena más.
¡Que bien lo hace!, empiezan a comentar;
las ventanas del bar dejan pasar la luz y la luz, lo ilumina a él…
al hombre de las estrellas,
la música suena más alto, todos gritan y bailan junto a él.

El hombre de las estrellas mira al cielo, sonríe y es feliz;
el hombre de las estrellas no deja de bailar.
En su intento se hace fuerte, y sigue una y otra vez más.

Todos probablemente nos volveremos locos por decir la verdad,
y este loco es adorable, es el hombre de las estrellas,
nadie sabe mi nombre y prefiero imaginar que así terminará,
es tan emocionante ver las estrellas sin que nadie me conozca,
pero es aún más agradable terminar la última noche de tu vida, rodeado de felicidad.  

martes, 12 de abril de 2016

ESTA SANGRE NO ES DE UN HÉROE

Es la última vez que haría un juramento; toda su experiencia era una cátedra de vida, un arte magistral y en luces cuán bravío aparece su figura imponiéndose ante el sol, opacándolo una vez más aunque ahora como dije en un principio, sería la última vez.

Tan sobrio y orgulloso, no se permitía que entre sus pensamientos, el temor o miedo, delate el menor signo de cobardía; eso es para los tontos decía, su valor y su fiereza eran incluso mucho más fuertes que su propia vida.

Y, callando a todos, aparece aún más furioso. Es Escorial, el de la familia Andalucía, quien no entendería de venganza una tarde de otoño no tan santa.

El silencio retumba la plaza, cada uno mira atento y con el corazón al borde de una explosión ardiente. Detrás de la barrera, mi admiración se fortalece. Crece y crece mi emoción, las lágrimas desbordan a mis ojos. Cuán feliz me siento.

El ocaso también nos da la bienvenida, lo comprendí tardíamente. Un grito desgarrador, una despedida y la invocación de perdón a un Dios completamente injusto a la vida.

Sin presentir peligro, corrí a sus brazos y aún con vida, firmamos un juramento.

Él volvería, pero ya no estaría presente. Su imagen proyectada en mis ojos, el odio del momento imperfecto nos marca, sí, para toda la vida.

Aún recuerdo aquel día, mis dos manos tratan de cerrar una herida. Alrededor, una agonía.

Ya entiende lo que admiro, la proeza del delirio escribe el inicio de un sueño que se convierte en leyenda.

Cierro los ojos y salto al ruedo, veo al cielo y os saludo; es mi padre sonriendo, ni Dios ni el diablo pueden con sus propios lamentos. Han pasado algunos años y aún lo siento.

Es una muestra grande de afecto. Esta sangre no es de un héroe. Olé!